Una lubricación adecuada es importante para mantener las aplicaciones en movimiento. Una grasa lubricante puede sustituirse por una amplia gama de razones, desde elegir una grasa con mejores características de rendimiento, hasta reemplazar una grasa descatalogada o no suministrada. Pero aunque la nueva grasa elegida tenga atributos prometedores, ¿qué ocurrirá si/cuando mezcles la grasa vieja con la nueva?
En este artículo hablaremos de los efectos negativos de mezclar grasas incompatibles, de las pruebas que pueden hacerse para medir la compatibilidad entre dos grasas y de las precauciones necesarias que hay que tomar al cambiar a una grasa incompatible.
Efectos de la mezcla de grasas incompatibles
Al mezclar grasas, los problemas de incompatibilidad pueden deberse a múltiples factores, pero lo más habitual es que el tipo de espesante sea el principal culpable. Mezclar grasas con tipos de espesante incompatibles puede provocar el reblandecimiento y, en casos raros, el endurecimiento de las grasas fuera del rango NLGI deseado. Este efecto puede provocar directamente síntomas no deseados de la grasa en la aplicación, como fugas, separación del aceite, aumento del calor y desgaste.
Saber qué tipos de espesantes son compatibles e incompatibles no es algo sencillo. Hay varias tablas de compatibilidad de grasas que puedes encontrar en Internet y, sorprendentemente, muy pocas que coincidan entre sí. La mejor solución para decidir si las grasas con distintos tipos de espesantes son compatibles entre sí es realizar una prueba de compatibilidad.
Pruebas de compatibilidad con grasas
Al evaluar la compatibilidad entre dos grasas, el método de ensayo a utilizar será el ASTM D6185 (Práctica estándar para evaluar la compatibilidad de mezclas binarias de grasas lubricantes).
En la prueba, las dos grasas se mezclarán en las siguientes proporciones 90:10, 50:50 y 10:90. A continuación, las mezclas se someterán a pruebas de estabilidad a alta temperatura, estabilidad al cizallamiento y estabilidad al almacenamiento. Los resultados se compararán con los de cada una de las dos grasas puras sin mezclar. Si los resultados de la mezcla están dentro de los límites de las grasas sin mezclar, se considerará que las grasas son compatibles.
Precauciones a tomar durante el cambio incompatible
Si una grasa recién introducida no es compatible con el producto preexistente, deben tomarse las medidas necesarias para evitar el riesgo de que se produzcan los efectos negativos antes descritos.
Para empezar, siempre es importante eliminar manualmente al menos el 90% de la grasa antigua/incumbente, si es posible. Tener sólo un 10% o menos de la grasa incumbente incompatible garantizará que se mitiguen los efectos negativos, lo que también puede confirmarse mediante la prueba de la mezcla 90:10 en la prueba ASTM D6185 descrita anteriormente.
También se puede recomendar que, tras realizar la mejor limpieza posible e introducir la nueva grasa, engrasar con la mitad de volumen y el doble de frecuencia durante los primeros intervalos de engrase también garantizará la correcta aplicación del nuevo lubricante.
Resumen
En conclusión, las grasas incompatibles pueden provocar directamente costosas averías en los equipos, pero se pueden realizar pruebas para evaluar si dos grasas son compatibles. Incluso si/cuando se produce un cambio entre dos grasas incompatibles, hay medidas adecuadas que puedes tomar para garantizar una transición sin problemas.
Si no estás seguro de estar cambiando a una grasa compatible y deseas realizar pruebas adicionales de compatibilidad, ponte en contacto con tu representante de JAX para que te ayude.